La calidad de servicio (QoS) es un concepto amplísimo que abarca numerosos aspectos y mediciones relacionados con la calidad de la red. Se la define como sigue:

"Efecto colectivo de las prestaciones del servicio que determina el grado de satisfacción del usuario del servicio."

La calidad de funcionamiento de la red (NP) es un elemento de la calidad de servicio. Indica, parte por parte, el "elemento técnico" de las mediciones de calidad de servicio, y se la define como sigue:

"Aptitud de una red o de una parte de una red para realizar las funciones relacionadas con las comunicaciones entre usuarios."

Muchas mediciones y parámetros son comunes a la QoS y la NP. Con frecuencia resulta difícil o incluso imposible determinar si una medición dada se relaciona con la QoS o con la NP si no se definen los puntos de medición, es decir, el componente correspondiente al cliente y el componente correspondiente al proveedor del servicio.

Una de las tareas consiste en identificar los parámetros medidos a los cuales el usuario es más sensible y que deben constituir los indicadores de QoS. Pero lo más importante es determinar el valor que satisface al usuario, es decir, el valor del objetivo, cumpliendo al propio tiempo los requisitos económicos de la administración.

Como la percepción de la QoS puede variar considerablemente de un país a otro, es importante disponer de normas/recomendaciones internacionales, como las del UIT‑T, y aplicarlas.